Por: Antero Duks
Ø En la época próspera se hace uno de amigos y en las adversas los pierde… ¿Se puede concebir no tener grandes amigos en la prosperidad?
Ø Podemos estar seguros que el que nos adula no es nuestro amigo, aunque lo parezca. Los verdaderos amigos no adulan. Todo lo saben y todo lo comprenden, su aprobación siempre es discreta.
Ø Los hombres pueden ser juzgados por todos menos por sus amigos.
Ø Las penas no deben platicarse, excepto a los verdaderos amigos, si es que se tiene la suerte de tenerlos.
Ø Lo importante en la amistad no es lo que pensemos sino lo que somos.
Ø Para tener un amigo hay que ser amigo.
Ø Para la amistad nada mejor que el contraste.
Ø Solamente con bondad y honradez se logran buenos amigos.
Ø Es una gran suerte hallar amigos en los hermanos… y en los amigos hermanos.
Ø Para conseguir que un corazón se abra, es necesario abrir antes el propio.
Ø Perder es una cosa que a nadie le gusta, No le hagamos sentir esa desagradable sensación al amigo (con los amigos jamás se debe apostar).
Ø La amistad se apoya en la combinación de la semejanza con la indiferencia.
Ø Amistad es el alma de las almas.
Ø Cultivar la amistad cuesta mucho trabajo e implica no pocos sacrificios. Sin embargo, como es tan grata y además necesaria, bien vale la pena cualquier sacrificio.
Ø Para el amigo hay que tener el corazón siempre bien puesto, la bolsa y la puerta abierta.
Ø Desconfía de esos que juran a cada rato ser tus amigos. Los verdaderos amigos no lo juran.
Ø La verdadera amistad es tan bella que sólo se compara con el amor de una madre.
Ø La amistad es algo sublime, más generalmente se malinterpreta y, por ende, se desvirtúa.
Ø La pérdida de un amigo es la mayor desgracia que nos puede acontecer.
Ø Amistad es el último extremo de la perfección en las relaciones que ligan a los humanos.
Ø ¡Amigo! ¡Amistad! Esa virtud sola haría feliz a todo el género humano.
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